Sábados.
A veces, asco infinito.
El sábado pasado fuí a la feria de mi pueblo, bueno, el pueblo de mis abuelos y fue divertido, en partes.
R y Ce estaban ahí, por lo que me lo pasé de miedo, pero mi Tía también estaba -.-''
Ella, simplemente, es todo lo contrario a mi. Le encanta la verdura, el deporte, los estudios, ah, y fastidiarme. Es estúpida e insoportablemente correcta. Me da grima. A conseguido asustar a uno de sus hijos y convencerlo de que las golosinas son de lo peor. Enferma me pone.
Fui con Ce y R al pequeño mercadito que habían montado y nos lo paseamos y recorrimos de arriba a abajo unas siete veces, arrasando con la mitad de las tiendas de golosinas y granizados.
A la hora de comer, la señorita perfecta la armó. Empezó a dar gritos pidiendo no se que, y yo mirando hacia mi plato, apenas aguantando la risa al igual que el resto de mi familia.
Días entretenidos son los que tengo, sin duda.
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Por otra parte me gustaría hablaros de los campamentos. Les tengo miedo. Bueno, que no me da ni pizca de gracia dormir fuera de casa.
Mi amiga Cla se piraba hoy de campamento. Le mando mi apoyo desde aquí, porque yo ya estaría llorando, juer. No los soporto, lo siento, pero es así.
Un buen día, cuando me vaya de casa tengo previsto mudarme a Nueva York, por lo menos, eso pienso ahora, pero cuando llegue el día, seguramente, estaré muriéndome de miedo solo de pensar que no volveré a dormir en mi cama nunca mas.
Pffff, vaya desastre xD
Y... creo que por hoy ya personitas sin vida que me leéis.
Es bromis, nadie me lee.
Nos vemos, princesos y princesas. Alcachofitas todos
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